Es imprescindible la limpieza del material inmediatamente después de su instalación para evitar que los restos de, cemento/-
fragua o las partículas de hierro procedentes de estropajos o herramientas puedan causar picaduras de corrosión. Preste
especial atención a zonas de difícil acceso y asegúrese de que elimina todos los restos de polvo y demás elementos. Para
aplicaciones interiores, puede usar agua con líquido lavavajillas, detergente o jabón líquido para eliminar suciedad y
posibles huellas dactilares que hayan quedado marcadas. En los acabados de alto brillo puede utilizar un limpiador de
vidrios/ cristales. Siempre que limpie el acero inoxidable, asegúrese de enjuagarlo bien y secarlo totalmente para evitar que
se empañe. No recomendado el uso de lana de acero ya que puede rayar la superficie, ácido clorhídrico o los productos de
hierro en contacto prolongado. Tampoco materiales que contengan cloruros.